por Vito Amalfitano
@vitomundial
MOSCU, Rusia.- La fiesta arrancó muy temprano en la estación Spartak del metro, que desemboca directamente en el estadio Otkrytie Arena, y en el propio escenario, con miles de camisetas y banderas argentinas, en un proporción de más de 10 a 1 con respecto a islandeses y, al menos en el inicio de la jornada, también a rusos. La Selección fue local desde el propio camino a la cancha para el partido con Islandia, su debut en el Mundial de fútbol Rusia 2018.
Junto a ellos llegamos, con la marea de hinchas argentinos, desde la parada de Skhotnya hasta la estación Spartak. Y ya al bajar del metro nos encontramos con los marplatenses del Rejuntado FC, que mañana tienen su primer partido en Moscú, el equipo formado por ex futbolistas de la ciudad, encabezados por Christian Otero, “Picki” Cisneros, Julio Colacci, entre otros.
En el corto trayecto al estadio, en un acceso comodísimo, empezaron a aparecer los hinchas de Central, de San Lorenzo, de Boca, de Independiente, de River, también de Aldosivi y Alvarado (habíamos visto un par de ellos en la víspera en La Plaza Roja) y afloró todo el color de la previa, en forma literal, porque chicas rusas, por 400 rublos se encargaban de pintarle la cara a aficionados argentinos con los colores de la bandera. También en la fila de ingreso de los aficionados nos encontramos con el empresario marplatense Roberto Pennisi, quien llegò con su hijo.
Con el ingreso a la cancha, y a nuestra ubicación privilegiada (màs cerca que nunca del banco de Argentina) nos encontramos con el “somos locales otra vez” realmente cierto, con buena parte del estadio vestido de celeste y blanco, con banderas de cientos de localidades de nuestro país. En el centro de una de las tribunas, al lado de una de varios jugadores de Argentina y muy cerca de una de Formosa, pudimos ver una de Batán.
Poco después de las tres de la tarde, cuando salieron los arqueros al calentamiento previo, se desató la fiesta definitivamente y afloraron bien fuerte los cànticos “El que no salta / es un inglés” y “que de la mano / de Lìo Messi”. Más tarde, corearon “Ruggeri / Ruggeri” cuando el campeón del mundo salió al campo de juego, dónde durante un largo rato se quedó charlando con Carlos Tapia.
De la mano con los jugadores de la Selección salieron los once chicos argentinos que ganaron el concurso de McDonald’s, entre ellos el marplatense Thiago Ramos, quien viajó a Rusia con su tío Abel. Con ellos, de Mario Bravo y Juramento en Mar del Plata, disfrutamos la cena de la noche previa al partido, felices por este viaje inolvidable.